viernes, 7 de noviembre de 2008

No hay dos sin tres!




Dicen que no hay dos sin tres y es cierto. De nuevo me encuentro en este país de locos pero que me tiene conquistada. A veces me pregunto por qué, porque tiene mil y una cosas que no me gustan, simplemente no sabría explicarlo. Los motivos por los que me he venido esta vez son laborales, muerta del asco en Madrid sin ningún curro a la vista, he aprovechado la oportunidad que me ha dado el vecino ricachón para venir a hacer unas fotos de sus empresas. Lo bueno, que viajaré, que me reencuentro con lo bonito que dejé y que (espero) ganaré pasta. Lo malo, que este hombre me hacía ojitos…osea, que lo mismo es un pesado de cojones. Os pongo a tod@s en situación, el vecino rico vive con su mujer, su hijo y dos chicas que se encargan de la casa y que de paso le crían el hijo…La mujer es insufrible, una pija yemení que no hay quien la aguante. Se pasa el día viendo culebrones turcos, hablando por teléfono y diciendo tonterias. El vecino es un personaje de trato muy amable, la verdad. Yo no puedo decir nada malo pues a mí personalmente me ha tratado siempre bien, pero es cierto que encierra algo extraño que no me termina de convencer, pero bueno, aquí estoy para currar y punto. He podido confirmar hoy mismo que el perla tiene dos mujeres, que tiene otra casa donde supongo, tendrá que satisfacer sus deberes conyugales con la otra mujer a la que no conozco y de la que apenas sé que tiene un hijo con ella. Para mí este dato es sorprendente, quién lo iba a decir de él…pero a la vez aliviante: le tendre que ver la mitad, no? En fin, que en estos tres días que llevo aquí, casi ni le he visto y ando todo el rato escapándome de la mujer. Mi primera tarde fue peculiar, la mujer me pescó para irme con ella y una amiga pija de compritas. (Ya ves tú que planazo!!). Me llevaron a un centro comercial pijillo del Yemen y entraron primero en una tienda de lámparas y mueble, luego a una de relojes y oros y ya a la tercera que era de Baltos (telas negras que invisibilizan a las mujeres) decidí que me tenía que escapar… Y así fue, cambié dinero y en un taxi me encaminé a Old Sana’a para darle una gran sorpresa a mi gran amigo Abdallah. No estaba y fue su hijo a decirle que “alguien” había venido a verle. Se vino con lo puesto, bueno, no exactamente, me vino con un albornoz zarrapastroso blanco y rosa puesto en la cabeza a modo de turbante…Vaya pintacas! En fin, qué más da, porque quien vino era mi mejor amigo aquí. Tan increíblemente amable y bueno como siempre. Me tomé mi primer té, el más rico tan sólo por el hecho de tomármelo en su compañía, en su tienda, en ese trocito del mundo donde nada importa, donde todo se simplifica y tienes una sensación de paz que no te puedes imaginar en otra parte. Hablamos largo y tendido, nos percatamos de mi pérdida de árabe, pero ni eso importa a su lado, lo arregla regalándome una libreta en blanco para que vuelva a apuntar las palabras nuevas, “ya mejorarás” me dice, y yo le tengo que hacer caso porque tiene razón. El miércoles también me escapé de las garras de la pija, volví a ver a Abdallah, le di también una sorpresa a Alicia y hasta la noche no volví al “dulce hogar”. Creo que mientras sólo esté la mujer del vecino, me será fácil escaparme, aunque a veces no te queda más remedio que ser educada y tragar con ciertos compromisos, como me pasó ayer. Os cuento, me pilló por banda para ir a una fiesta a casa de unas amigas suyas, por supuesto, pijas como ella…Intenté hacerme la dormida, pero vino Gloria (una de las dos chicas que se encargan de la casa y de su hijo) a decirme que ya marchábamos.Mierda! En fin, que bajo y me encuentro que la “malona” se había ido a la peluquería y todo! Iba como de boda y con sus oros, en fin, vaya tarde me esperaba! Vino a casa una amiga suya a vestirse y a pintarse como es debido para la ocasión. Pero por dios! Si luego lo que nos esperaba eran unos bollitos, un té y una sesión de Qat y shisha tiradas en el suelo! Esto es en lo que consiste todo. Yo ojiplática no perdí detalle de nada. Me parecía surrealista todo, una sala llena de mujeres tiradas en el suelo mascando una hierba asquerosa, hablando de la mar y los peces, luciendo sus oros, maquillando sus oscuras pieles con ridículos polvos blancos..simplemente patético. En fin, ya no os cuento más que me quedo sin cositas para otro día. Mañana espero hacer el plan de trabajo con el vecino y a ver si saco algo en claro de número de fotos, pasta, etc…Estaría bien saber por cuanto más o menos voy a tener que sufrir, no?

Un besazo enorme para tod@s!

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