El Sentir de un Pueblo

Estoy agotada y tengo que preparar mi viaje de mañana pero me veo en la obligación de contaros cómo he vivido estos dos días y qué es lo que se cuece por estas latitudes…no sé que es lo que se está diciendo en España, tan sólo espero y deseo que no se haya caído en el tono alarmista y morboso que tanto gusta.

Ayer a penas pude tomarle el pulso a la realidad del sentir de la gente yemení, me pasé desde la una hasta casi las nueve de la noche en la embajada española y no me relacioné mucho con nadie. Lo que sí noté, es que las únicas personas que me demostraban afecto y cariño por lo sucedido eran yemeníes, ningún occidental de los que estudian en mi centro, salvo mis compañeras de piso, se ha dignado a decirme nada. Hoy me he pasado todo el día recopilando datos, y puedo aseguraros que éste no es un atentado más que ven por la tele, están realmente afectados y tristes por lo sucedido. Mi amigo el tendero (“Abdallá” ) con el que paso horas y horas todos los días…casi me ha emocionado. Lo primero que ha hecho es darme un abrazo, el me ha puesto al día de todo, del sentir de la gente, qué opinan, quién creen que ha sido y por qué…todo el mundo habla del asunto y nadie deja de condenarlo. Ellos van a sufrir las consecuencias del terror de unos fanáticos que hablan en nombre del Islam…el mundo apuntará con el dedo inquisidor a Yemen, lo mismo hasta pasará a formar parte de una lista negra, del famoso “eje del mal”. No sería justo, este país no sólo no es hostil con el que viene de fuera, es ejemplar, la gente es amable, cariñosa, hospitalaria. Que el mundo no piense que Yemen es un país inseguro, yo paseo sola todos los días por las calles de la Old Sana’a y nunca he sentido miedo. No pienso cambiar nada, me niego a modificar mi comportamiento por culpa de unos descerebrados. La gente que me veía con Aballá le decía que me mimara mucho, me han ofrecido ayuda de todo tipo, realmente lo sienten. Sin ir más lejos, mañana va a haber una manifestación en contra de lo sucedido. Siento no poder estar y vivirla, me encantaría…pero entre un viaje y una manifestación no hay color. Ya os contaré lo que pasa y a ver si consigo alguna fotito que me pasen l@s de la embajada. Por cierto, vaya embajada tenemos aquí…el día que me pasé para decir que existía, no pensé que me fuera a encontrar con gente tan encantadora.

Espero que no dejen de venir turistas, sería una pena pues mucha gente vive del turismo en Yemen. Hoy he sabido que uno de los yemeníes muertos, el conductor, era vecino de Old Sana’a, sin ir más lejos, vivía a penas unos metros de la tienda de mi amigo. Os podéis imaginar lo mucho que se ha sentido en este barrio. El hombre acababa de comprase el coche para mejorar en su negocio…ironías de la vida.

Seguiré en otro momento informando, ahora tengo que preparar mis cositas para el viaje a Taizz. En teoría nos íbamos hoy, pero los del ministerio de turismo nos han denegado el permiso alegando lo sucedido en Ma’rib. Espero que mañana la cosa esté ya tranquilita y que sea un viaje apacible. No me voy muy contenta como os podéis imaginar, pero tengo que viajar y ver cosas, que para eso me vine hasta tan lejos…

Como podéis ver, me he modernizado y ahora os pongo musiquillas...os dejo una joyita de Bob Marley.

Besos.

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