
Me vine a Yemen entre otras muchas cosas porque era un país donde a parte de aprender árabe… como mujer me iba a sentir respetada, no iba a tener que aguantar el sobeteo y el magreo verbal( y a veces no tan verbal )de países árabes mucho más cercanos…el caso es que el otro día me paso un incidente que me indignó y que si no os lo cuento reviento...Me volvía a casita en un taxi, estaba cansada y no me apetecía coger dos tartanillas (que me encantan, es cada día una aventura nueva) y después de negociar un buen precio me metí en el taxi. Me dio por sentarme delante, razón: ponerme el NUNCA usado en Yemen, cinturón de seguridad. El surco de mierda que dejó en mi ropa dejaba clarísimo que yo lo estaba estrenando…pero al tema, al intentar quitármelo, veo que el listillo me intenta ayudar y de paso intenta (y lo consigue) tocarme una teta…os podéis imaginar la cara de mala leche que se me puso, y por un momento dudé entre darle un guantazo a la “remanguillé” o no. Al final creo que le puse la peor de mis miradas y le tiré el dinero a la cara, pero reconozco quedarme con las ganas de algo más…ahora en frío creo que hice bien teniendo en cuenta que me estaba dejando justo en la puerta de mi casa, luego sabe dónde vivo. Desde ese día he optado por ir siempre detrás y asumir que si nos la piñamos, el cinturón de seguridad no será mi salvador…es curioso, pero muchos de los pocos coches que tienen cinturón en la parte de atrás, no tienen ni siquiera dónde anclarlo, para qué lo llevan? En fin, contando esto no quiero que penséis que esto es algo habitual, de hecho es la primera vez en todo este tiempo y en el mes y medio que pasé en verano que me sucede algo así, siempre he sentido mucho respeto desde el lado masculino y espero que nunca me vuelva a suceder algo parecido, pues dudo que pueda contenerme dos veces.
Sigo intentando pillarle el truco a esto de estudiar y poco a poco voy teniendo resultados. Me encantan las clases con el profe que no es gangoso, además, es un tipo que tiene algo y él lo sabe y se hace el interesante…Hoy ha tenido una niña y estaba como un flan. Me ha contado sus planes de vida, ya tiene una niña de 4 años y ésta última ha venido al mundo totalmente programada. Dice que dentro de otros 4 años volverá a intentarlo si su mujer está de acuerdo. Me gusta porque para él lo primero es su mujer, no es él típico de “venga, a procrear!”, además, dice que le encantan las niñas, cosa que aquí es un poco una desgracia y no suele gustar eso de tener sólo niñas. No me digáis que no es mono? No os cuento nada del otro profe porque aún me tiene en un vilo…sigo sin saber si es gangoso o sigue congestionado. Ya saldré de dudas. Lo que sí os cuento es que además de tener que estudiar árabe, voy a tener que hacerme unos apuntes de la vida de mentira que me he tenido que ir inventando sobre la marcha…pero eso será en el siguiente capítulo, jeje.
Os dejo con un clásico de la motown que me remonta a una fiesta de cumpleaños muy divertida, espero que algún día la cumpleañera encuentre el baile que salve la humanidad…yo sigo esperando el supervolcán, pero que tarde, que tarde…dios, que ganas de bailar escuchando esta canción!!
Besos
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